La fisioterapia acompaña a la mujer en muchos procesos de su vida, entre ellos durante su embarazo. Esta etapa de ilusión está repleta de cambios en el cuerpo de la mujer en un período de tiempo corto. El organismo debe adaptarse a un nuevo gasto cardíaco y metabólico, cambios en el patrón de sueño, cambios hormonales, cambios en el patrón respiratorio y en su morfología, entre otros.
Todas estas modificaciones pueden generar que la embarazada presente ciertos síntomas que se traducen en una disminución de su calidad de vida como son el dolor pélvico, la tensión a nivel de las costillas al respirar, el dolor lumbar, la aparición de incontinencia o urgencia miccional.
Por todo ello, es ideal que acuda a una consulta de fisioterapia para poner solución lo más pronto posible. Con ello, logrará disfrutar más de su embarazo y prevenir futuras lesiones después de dar a luz.
Las técnicas de fisioterapia centradas en la terapia manual y el ejercicio terapéutico son adaptables a la evolución del embarazo semana a semana. Mientras que algunas técnicas de electroterapia estarían contraindicadas en esta etapa de su vida.
Si estás embarazada y tienes dudas antes de acudir para realizar un tratamiento de fisioterapia, te recomiendo que las resuelvas al pedir tu consulta para evitar preocupaciones innecesarias. Y poder ponerte en mis manos con total tranquilidad y confianza.
Sin duda, es la mejor opción para vivir tu maternidad de forma saludable.
