Mi propósito es ayudarte a reencontrarte contigo mism@, con tu “yo” sin dolor y sin lesiones.
Desde muy pequeña he querido dedicarme a la fisioterapia.

Quizá poca gente pueda decir esto, pero tenía muy claro con apenas seis años, que quería volcar mi vida en rehabilitar a la gente. No es de extrañar. Veía cómo mi madre movilizaba las piernas de mi
hermano, estando éste hemipléjico. Y pensaba: “de mayor quiero hacer eso con todas las personas que están como él”.

A ellos les debo mis valores y también inspirar mi vocación por la fisioterapia. Interioricé la importancia de la recuperación y de
adaptarnos a las dificultades que nos suponen las patologías o disfunciones que padecemos. De hecho, esto mismo es lo que me atrae de mis pacientes deportistas y de acompañar los procesos de la mujer (cómo el embarazo, el posparto, el dolor pélvico, etc); esa capacidad de no darse por vencidos y sentirse comprometidos con su propia recuperación.

Sé que si has terminando aquí es porque alguna lesión ha impactado en tu vida, incluso la sensación de duelo que surge cuando piensas que no puedes ser quién realmente eres.
Y al igual que yo, estás buscando ponerle solución.