Fisioterapia traumatológica

Bursitis trocantérea o trocanteritis

¿Qué es la trocanteritis?

La trocanteritis, también denominada bursitis trocantérea, consiste en una inflamación de las bursas de líquido sinovial situadas en el trocánter mayor del fémur.

Las bursas son una especie de almohadillas que suelen cubrir ciertos relieves óseos en los que se insertan los tendones, con la intención de disminuir la fricción que se produce con el movimiento entre ambos.

Esta patología inflamatoria del área de trocánter mayor tiene más prevalencia en la mujer y en deportistas en los que se produce un sobreuso de cadera y mayor sobrecarga en esta zona, por ejemplo, en corredores.

En cuanto a los músculos que van a tener una especial importancia en estos casos están el tensor de la fascia lata y el glúteo medio (entre otros abductores).

¿Qué síntomas ocasiona la trocanteritis?

Suele producir dolor intenso en el lateral de la cadera que se produce sobretodo en los movimientos de abducción y rotación externa de cadera. Nuestro paciente comienza a notar ese dolor en actividades cotidianas como ponerse de cuclillas, subir escaleras o al dormir acostado sobre el lado afectado.

Se suele asociar a una sensación de debilidad de la pierna y en algunos casos, genera sensación de parestesias u hormigueos en el lateral del muslo.

¿Cuáles son los factores que pueden causar una bursitis trocantérea?

Algunos factores mecánicos nos pueden predisponer a la inflamación de esta región, como son:

  • La excesiva pronación del pie.
  • El microimpacto repetitivo en determinados deportes, sin optimizar la fuerza muscular como se necesita para realizarlos.
  • Una mayor sobrecarga del tensor de la fascia lata para compensar la debilidad de los músculos abductores, como el glúteo medio.
  • Tendencia al pie plano.
  • Alteraciones de la biomecánica en la rodilla.
  • Dismetría de miembros inferiores.

También puede estar causada por un traumatismo directo como consecuencia de una caída.

Tratamiento de fisioterapia para la trocanteritis.

Junto con la terapia antiinflamatoria propuesta por el médico traumatólogo, es muy importante el papel de la fisioterapia en el tratamiento conservador de la bursitis trocantérea.

Nos centraremos en dos objetivos fundamentales:

  • Reducir el dolor y la inflamación mediante técnicas como:
    • Crioterapia.
    • Terapia manual.
    • Punción seca.
    • Electroterapia.
    • Vendaje neuromuscular.
    • Movilizaciones articulares pasivas y activas.
  • Mejorar la movilidad articular y recuperación de la fuerza:
    • Ejercicios de flexibilidad de tensor de la fascia lata.
    • Fortalecimiento de la musculatura abductora de cadera.
    • Reeducación de la propiocepción y el equilibrio.
    • Reeducación de la marcha.

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